Despertar
"El título de aquel
libro llamó poderosamente mi atención... La verdad es que no sé explicar muy bien por qué aquel libro me atraía
tanto. Me acerqué a la estantería y sus brillantes letras doradas me
cautivaron. "¿Y todo por qué?" El título ni siquiera me evocaba esas
buenas sensaciones que te hacen sentir los buenos libros, pero aún así no pude
evitar la tentación de comprármelo...
Al llegar a casa dejé todas las bolsas sobre la mesa, menos la del Fnac, tenía
que ver aquel libro ya, no podía escapar a su magnetismo. Abrí la primera
página y me quedé asombrado cuando no hallé nada... No
había ni una sola letra escrita en todo el libro... ¿Qué clase de broma era
aquella? ¿Había pagado un dineral por aquel estúpido libro en el que no había
nada escrito? Miré el reloj, ya era muy tarde
para volver, así que mañana, a primera hora iría allí para que me explicasen
que tontería era aquella. Me acosté aún pensando en el libro. Sus páginas en
blanco eran como cuchillos que se clavaban en mi pecho de escritor.
Tardé en conciliar el sueño, pero al fin lo conseguí, aunque la verdad que para
tener sueños tan desagradables prefería haber estado despierto toda la noche... Por la
mañana busqué el libro, pero no estaba donde yo lo había dejado... Tras mucho
buscar lo encontré donde menos me esperaba, en una de las mesitas de mi cuarto.
No recordaba haberlo llevado hasta allí, ya que su sola presencia me turbaba,
pero debí llevarlo yo, quien si no...
Lo cogí entre mis manos y algo llamó mi atención. No estaba seguro de que el
día anterior estuviese allí aquella cinta separadora. Era del rojo más intenso
que había visto nunca. Era un color que te embargaba los sentidos por completo. Me fijé
también en que la cinta atravesaba el libro por un punto en concreto... ¿Por
qué no me acordaba de aquello? Abrí el libro, y entonces sí que creí que me
había vuelto loco... Allí encontré miles de palabras
escritas que ayer no estaban ¡No podía ser! Aunque el resto del libro
continuaba en blanco había aparecido escrito un capítulo entero...
Pensé que a lo mejor era un nuevo tipo de libro, en el que iban apareciendo los
capítulos poco a poco. No me parecía algo normal, pero alguna explicación
tendría, ¿no?
Me senté a leer. La historia trataba de un hombre
que tenía una necesidad imperial de matar, que no podía evitarlo y que tras
muchos asesinatos, al final murió acribillado por la policía en un asalto a su
casa. ¿Qué? ¿El primer capítulo y ya
tiene final? ¿Serán historias cortas? Pues si lo son menuda mierda de
historias... Aunque la verdad, ya no tenía intención de devolver aquel libro.
Le intrigaba el misterio de las páginas en blanco...
Día tras día, iba descubriendo nuevos capítulos en los que se contaban los
asesinatos cometidos por aquel cruel asesino. Sus víctimas eran descuartizadas,
torturadas, maltratadas y vejadas. Cada crimen era peor que el anterior, más
sangriento, y eso empezaba a gustarme... Un día, llegando casi al final de
aquel libro, me levanté con mucho dolor de cabeza. Me estuve un buen rato
tumbado en la cama, para ver si se me pasaba el dolor. Recordaba a aquella
hermosa rubia que había conocido la noche anterior y que ahora compartía mi
cama conmigo...
Abrí los ojos, y todavía entre sueños divisé algo extraño en mi cuarto. Una
tonalidad diferente. Entonces me giré para verla a ella, y el espectáculo que
encontré ante mis ojos era dantesco. No tenía ojos, se los habían arrancado, ni
lengua, ni casi dientes. También le faltaban algunos dedos, y tenía el
cuerpo lleno de cortes...
Me levanté como pude, presa del estupor y me dirigí
hacia el libro, para de alguna forma, borrar mis sospechas, pero todo fue
inútil. Al lado del libro encontré una pistola, que claramente no era mía,
pero que irremediablemente cogí en mis manos al tiempo que cogía el libro.
Avancé hacia el último capítulo, y allí me encontré
una narración detallada de todo lo que debía haber sufrido mi compañera de
cama. También supe antes de oír las sirenas, que la policía no tardaría en
llegar, puesto que una vecina había oído los gritos desesperados de la muchacha
y había llamado a la policía.
También supe que el puto alcohol había obnubilado mi percepción de la realidad,
llevándome a cometer aquel asesinato sin ningún tipo de precaución. Sabía que
en cualquier momento llegaría la policía, llamarían a mi puerta y me matarían a
tiros. En aquel momento pensé en huir, pero el sonido de las sirenas hizo que mi
cuerpo se paralizase... El sonido de las sirenas o algo aún más poderoso,
porque juro que en aquel momento podía escuchar una risa diabólica a mí
alrededor.
La policía llamó a mi puerta. Quise responder y no pude, las palabras no salían
de mi garganta, y todavía me puse peor cuando involuntariamente mi brazo
derecho, en el que sostenía la pistola, comenzaba a elevarse hasta apuntar
directamente hacia la puerta.
Estaba claro, aquel era mi final, pero todavía no
conseguía entenderlo... Se abrió la puerta y cerré los ojos, para no ver todo
el terror que me aguardaba, y así fue. Una lluvia de balas traspasó mi cuerpo
provocándome el mayor dolor que yo había conocido.
Ahora aquí estoy, sin saber muy bien como, en esta misma estúpida estantería en
el que un día encontré el mismo libro dentro del cual me encuentro atrapado...
No sé ni como, ni porqué. Sólo sé que tengo sed de venganza y que no pararé
hasta que otra persona ocupe mi lugar...
-Cariño, mira que libro más curioso...
-Venga, estas deseando cogerme, hazlo, hazlo... ¡Hazlo!
-Sí...
-¿Qué has dicho?
-Nada mi amor, sigue con lo que estabas...
Aquella mujer, con su sonrisa maliciosa caminaba conmigo en brazos, y supe que
muy pronto, ella y yo trabajaríamos juntos...”
*Frase Anónima.
Comentarios de la entrada original:
ResponderEliminarUnknown dijo:
3 mayo, 2007 en 12:46
Ufff, cuantas historias de libros diabólicos esta semana!!!!!
Al final los voy a mirar con recelo… nooooooooooooooo soy adicta, jajajajajja
Salu2
miriam dijo:
3 mayo, 2007 en 13:43
Has visto la peli del número 23??? Es que me ha recordado un montón jaja! La proxima vez que compre un libro me aseguraré de que no esté en blanco por si acaso!!
Mil besitos!
luzdeluna dijo:
3 mayo, 2007 en 19:17
Gracias, soy de esas que me gustan este tipo de relatos. Salu2.
victor dijo:
4 mayo, 2007 en 10:17
Jopé qué miedito…….!!!! Estas historias en las que el terror en forma de algo que no puedes controlar son las más angustiosas.
Un besote guapa.
Elena dijo:
4 mayo, 2007 en 15:16
Ese libro es el mal, directamente. Escalofriante.
Enhorabuena por la historia, uff me has encogido el ombligo jaja :P.
Besos guapa.
María dijo:
4 mayo, 2007 en 21:01
Una vez superados los problemas logísticos (jajaja), aquí estoy!!!
Me ha gustado mucho, y… no es que se parezca, pero sí que tiene ciertos paralelismos con la historia de Oski… Os empeñáis en crear a libros malvados ehhh, con lo que ellos nos quieren… hay que ver que malos que sois!! :P
Tengo una crítica, la misma que le hice a Miki la semana pasada, y es con respecto a los signos de admiración e interrogación. No los pongas solo al final de las frases, como, tal y como manda la nueva normativa, tenemos que hacer ahora en gallego, ¿vale?
Por lo demás… chapeau señorita!!
Mil besitos!!
Cristina dijo:
6 mayo, 2007 en 2:18
Me ha encantado!!!! :)
Asesinatos y un libro "maldito"??? Me suena me suena jajaja Anda que nos hemos empeñado en hacer historias de asesinatos, de miedo, de misterio, intrigantes… sí que ha dado de sí la frase :D
Un beso!!!
Cris dijo:
8 mayo, 2007 en 21:32
Estoy muuuuuy sorprendidaaaaa!!!! (en breve te cuento porque gemelita y nunca mejor dicho)…Me gusta, me gusta…(este tipo de relatos me encantaaaan) negro, sangriento, escalofriante…(un respiro en tus habituales relatos de amor…aunque si te fijas en la mayoria de tus cuentos no falta una cama jijijj XD)
Estoy sorprendida porque nuestros relatos se parecen un monton ….un besito….