lunes, 9 de julio de 2007

CuentaCuentos nº 35 "El ángel"

El ángel

    "Los hombros del ángel se estremecían mientras lloraba... Desde el techo de la habitación miraba a la pequeña Mónica, tan frágil dentro de la incubadora. Sabía que tendría una vida muy diferente  de la que sus padres habían soñado para ella, pero ya no había nada que hacer...

    El embarazo había sido muy duro, y a su madre le habían recomendado reposo absoluto a partir del 4º mes. Lo había cumplido todo al pie de la letra, porque lo que más deseaban era tener un hijo, y cualquier sacrificio sería poco para conseguirlo. Estando ya de 6 meses, la madre de Mónica tuvo que salir un momento a comprar un ingrediente que le hacía falta para hacer la comida. Debería haber llamado a su madre para que la acompañase, pero era un trayecto corto y pensó que no corría peligro alguno...

    En aquel momento el ángel trató de hacerle ver de algún modo que no era buena idea que saliese sola, pero no halló la forma de impedírselo... La mamá de Mónica llegó hasta el supermercado, hizo la compra tranquilamente y emprendió el camino de vuelta. Quizá el ángel se había equivocado al ver su futuro. Entró en el portal de su edificio y tras ella y a toda velocidad entró una muchacha, que sin darle tiempo a nada la empujó contra la pared y le puso un cuchillo en el cuello.

    -¡Dame todo el dinero que tengas si no quieres que te raje!
    -Tranquila, puedes llevártelo todo, pero no me hagas daño...
    -¡No me digas lo que tengo que hacer! Que me pongo nerviosa.

    Le dio todo el dinero sin rechistar, incluso le dijo que se llevase la compra también, que no pasaba nada...

    -Ahora deja que me vaya, no diré nada. Piensa en mi bebé...
    -¡Te he dicho que no me dijeses lo que tengo que hacer zorra!

    En ese momento le dio un puñetazo en el estómago, y la madre de Mónica cayó al suelo envuelta en una sensación de terror y dolor. Estuvo allí varios minutos hasta que la encontró un vecino, que al ver que sangraba llamó inmediatamente a una ambulancia.

    -Por favor, llamen a mi marido Esteban Pérez, llámenle... Y hagan todo lo que sea posible por salvar a mi hija...

    Desde el hospital consiguieron contactar con Esteban en su trabajo, y pese a que trataron de explicarle con calma lo que había sucedido, él salio de su trabajo a toda prisa. No le importaba saltarse semáforos en rojo ni las multas por exceso de velocidad. Ahora lo único que le importaba era estar con su mujer y su hija. A raíz del susto y del golpe, la mamá de Mónica estaba teniendo un parto prematuro y en su situación era muy complicado. Ya era el momento de dar a luz y no había dilatado lo suficiente, y si esperaban mucho más el bebé no sobreviviría...

    -Hagan lo que tenga que hacer. Mi hija es lo primero...

    Entraron en quirófano y se prepararon para practicarle una cesárea. La intervención salio perfectamente y la niña, aunque pequeña, estaba bien... El problema estaba con la madre. Había perdido mucha sangre y no se recuperaba... El ángel de la guarda de la pequeña Mónica la observaba desde el techo sin dejar de llorar por todo lo que iba a pasar. Su vida iba a estar marcada por la desgracia...

    En el quirófano de al lado su madre perdía la vida, al tiempo que el coche de su padre tenía una colisión frontal contra un camión que no lo pudo esquivar... Recién nacida y Mónica ya estaba sola... El ángel pudo ver su futuro. Iría de una casa de acogida a otra. En ningún lugar conseguiría hallar un hogar, y la felicidad que sus padres habían soñado para ella jamás la obtendría... Ella era su ángel de la guarda, y pese a poder verlo todo, no hallaba la forma de regalarle la felicidad a la pequeña.

    Descendió desde el techo y se colocó frente a su incubadora. La observó durante un buen rato mientras buscaba alguna solución en su interior... De repente ocurrió algo imposible. La pequeña abrió los ojos, estiró la mano en su dirección y le sonrió. Y en aquel mismo instante lo vio todo claro. Sabía lo que tenía que hacer. Que tenía que romper las normas... Cogió a la niña en sus brazos y salió de allí volando. Sabía que buscarían al bebé, así que tenía que irse muy lejos, tan lejos que nadie pudiese encontrarlas.

    Huyó volando del país con la pequeña Mónica pegada a su pecho. Llegó hasta Italia, y pensó que aquel sería el lugar perfecto para ellas dos. Ahora quedaba lo más difícil, pero cuando tomó a la niña en sus brazos ya estaba decidida a hacerlo... Buscó un cuchillo y un lugar apartado en el que nadie pudiese molestarla. Puso a la niña sobre unos cartones, cogió el cuchillo, lo alzó y con un suspiro asestó un corte limpio...

    Ya estaba hecho, no había vuelta atrás. Se había cortado las alas y ahora ella cuidaría de Mónica. Ella sería su madre, y velaría porque siempre, siempre fuese feliz... Desde lo más alto, unos ojillos curiosos observaban todo mientras susurraba muy bajito: 'Sabía que harías lo correcto...' "


    *Frase de Roadmaster.

2 comentarios:

  1. Comentarios de la entrada original:

    Unknown dijo:
    9 julio, 2007 en 13:33
    Bua!! es increible!!!!!! aún tengo los pelos de punta en serio. cómo has podido escribir eso??!!! lejos de decir, pobre niña, diré que qué suerte ha tenido de que el ángel decidiera hacerse cargo de ella y protegerla durante toda su vida, dejando él su condición. Me ha gustado muxisimo!!! ^^

    Alba dijo:
    9 julio, 2007 en 14:55
    Maja, he llorado y todo!! :\’) Qué bonito, jodiaaa!! Por qué me haces ésto eh?? Qué te he hecho yo a tí, eh? xD

    Besazos wapetona!! Muuuuuuuuuak!!***

    patricia dijo:
    9 julio, 2007 en 17:55
    ¡Hola! Creo que es la primera vez que pongo el ratón en as tuas terras :-P Gracias por reconocer mi pequeño empujoncito en tu dedicatoria ^^ Aunque el relato me ha parecido un poco tragedia griega, me quedo con una idea que viene a redondear una serie de pensamientos que últimamente pululan por mi cabecita: a veces tenemos la suerte de toparnos con gente "de fuera" que por algún motivo deciden brindarnos todo su amor, aunque no sepamos bien por qué. Y eso… es bonito.Me callo ya que estoy ñoña xD¡Besos!

    Pedro Escudero dijo:
    9 julio, 2007 en 21:15
    ME has dejado alucinado, como has jugado con la historia, llevandonos de un escenario a otro. Y el final es simplemente genial, yo ya me esperaba cualquier cosa, me temo que soy demasiado truculento.¡Eso si que es un ángel de la guarda!Un abrazo,Pedro.

    Mar dijo:
    9 julio, 2007 en 21:32
    Que susto lo del cuchillo!!! Con lo torcida que soy, me temí lo peor. Y que cachondoslos del cielo, eh, como se divierten con las desgracias ajenas. Ni que fueramos SIMS. Un beso

    Sandra dijo:
    10 julio, 2007 en 1:14
    Casi lloro y todo… por un momento pensaba que iba a matar a la pequeña par que no sufriera… ¡Menos mal que me equivoqué! ¡Menos mal que en final no dependia de mi mente!

    Me ha gustado mucho, felicidades.

    luzdeluna dijo:
    10 julio, 2007 en 9:18
    ¡Que angustia!!!, los pelosde punta y escalofríos, me ha dejado de secuelas, alucino. ¡Muy bien descrito!!!. Salu2

    Sharon dijo:
    10 julio, 2007 en 14:00
    Jo, tengo un escalofrío por todo el cuerpo y los pelos de punta yo también pensaba que se iba a cargar a la pobre niña..tu final es mucho más bonito, ¡donde va a parar!Un beso

    Cris dijo:
    10 julio, 2007 en 16:30
    Wuow xemelguiña!!! Con que esto es lo que haces tú con los ángeles…? cortarles las alas? ^^ Pues me parece muy bien, por lo menos en este caso…No he llorado, ni me he tirado de los pelos ni mi cabeza rozó la pared como me aventuré a decirte pero…me ha parecido una historia …brutal! y cuando el ángel (al que por cierto has cambiado de sexo a mitad del relato…`^^) saca el cuchillo…ufff! no quiero decirte donde veía yo el cuchillo…(te veía del todo capaz…)

    Me ha gustado mucho neni, no deja para nada indiferente…

    Ah! Italia? ángel? no te suena a algo que te enviaron hace poco? jijiji

    Me voy a "intentar" escribir yo algo con la frasecita…(que está dificil porque la he cogido bastante manía XD pero algo saldrá…espero…aunque sea unos de esos cuentos cortos japoneses) no sin antes ejercer de mi profesión villarelatil (que por cierto…para cuando el segundo capi mi niña??) y ayudarte a mejorar un poco el aspecto externo de este relatazo que no se merece tanto gazapo XD, juguemos a la "sopa de letras" (soy buena y te digo exactamente lo que "tienes" que buscar y corregir…si quieres…que a lo mejor te gusta así…más genuino…tú: maniática de las tildes -creo que las he puesto todas…^^ no me vas a pillar- pues yo ..de erratas como éstas -de las de pasar algo deprisa…que sé que escribes en cuaderno…-):

    1.Reposo abosluto
    2.Colisión forntal
    3.Furuto
    4.Descendió desde elt echo
    5.quedaba lo más difi…
    6.Ya estaba echo

    Lo siento…lo hago por ayudarte y porque eres tú…sino pasaba…(te has lucido jijiji…)

    Un besazoooo enormeeee!!!!

    (este comentario me ha quedado muy raro ^^)

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  2. Unknown dijo:
    13 julio, 2007 en 17:27
    Ala! pues ese final sí que no me lo esperaba, vaya que no…Joer, se me puso hasta la piel de gallina cuando nombraste el cuchillo y todo…Salu2

    Asiria dijo:
    14 julio, 2007 en 13:46
    Di que sí! Tambien existen las angeles! Quien dijo que no tenían sexo? Existe un amor que exige el mayor de los sacrificios, la vida. Y ese amor que tan solo se da,ese amor que parece de dioses pero es humano,ese amor hay que ser madre para conocerlo.Y es tan lindo que una angel dejó de serlo para ser madre y vivirlo.
    Preciosa historia, un abrazote!

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