lunes, 29 de octubre de 2007

CuentaCuentos nº 51 "En sus sueños"

En sus sueños

    “¿Porqué el mar es azul? ¿Por la refracción de la luz del sol? ¿Por el reflejo del cielo? ¿Por algas o sedimentos en suspensión? Un montón de respuestas posibles... Allí estaba él. Sentado frente a la inmensidad del mar, cerca de la orilla, donde había pasado la mayor parte de las noches... Sentía como si el mundo se hubiese olvidado de él y girase sin tenerle en cuenta. Como si el tiempo continuase para todos menos para él. Como si se estuviese quedando atrás.

    Hacía un par de días que había conseguido verlo todo claro. Estaba a punto de encadenarse en una relación que no le llenaba por dentro. Que no le hacía sentir la pasión y todo por ella, por su sirena... Había conocido en sueños a una sirena que le rescató de un naufragio seguro cuando su vida se había perdido en la inmensidad del universo. Soñaba con su sirena noche tras noche. Con sus besos, con sus abrazos, con como sería poder tenerla cerca y al final decidió verla...

    Se la jugó por su sirena. Hizo un viaje hasta la costa y se sentó en aquella playa, mirando al mar, durante tres días seguidos. Esperando que su sirena apareciese y al final apareció. La vio acercarse a la orilla, cuando ya casi había anochecido. La vio hacer un par de piruetas en el mar. Pudo ver su cola de color azul, su larga cabellera y su rostro angelical. Después vio su figura acercarse a la orilla y entonces pudo ver como salía del agua, ahora ya con unas gráciles piernas que la llevaban hasta donde estaba él.

    Estaba desnuda. Podía ver sus pechos firmes, que con su suave balanceo parecían invitarle a sentir su calor, su suavidad... También  el contoneo de sus caderas era insinuante y le mantenían hipnotizado para que no existiese nada más que ella en aquel momento. Se acostó sobre él y le besó, y en aquel preciso instante sus ojos entraron en contacto con los de ella, que le lanzaron un hechizo del que cayó preso sin ofrecer resistencia. Y entonces se dejó arrastrar por sus deseos y la hizo suya... Se desvaneció en su aroma, se abandonó entre sus cabellos y se perdió en su amor, en la pasión que ambos sentían y que hizo que aquella noche pareciese no terminar nunca...

    Junto a ella el tiempo pareció detenerse, pero no fue así. Tuvo que volver a alejarse de ella en cuanto amaneció, porque el sol lo devolvió al mundo real... Sólo había sido un sueño. Volvió a casa, a aquella relación en la que no era feliz, pero sabiendo que su sirena estaría siempre con él. Y desde aquella vez cada noche, en sueños, volvía a aquella misma playa, donde sabía que si sirena estaría esperándole...”


    *Frase de Yaiza.

1 comentario:

  1. Comentarios de la entrada original:

    Carol dijo:
    29 octubre, 2007 en 9:41
    que dificil es esto del amor…aunque sea por sirenas irreales, esta visto que en este mundo por lo que más sufrimos es por amor. Me gustó el cuento, es una historia mágica y bonita, como mi meiga favorita :)

    Un besote mi niña!

    Synn dijo:
    29 octubre, 2007 en 13:08
    Me pareció un buen relato, muy bien expresado y sentido, pero no me gustó el que él deciciese seguir con la vida que no le gusta (engañándose y engañando) mientras espera volver cada noche con su sirena.
    :P No me hagas mucho caso, adoro los finales felices y este me pareció diference.

    Saluditos!

    Juan dijo:
    29 octubre, 2007 en 13:24
    Hola

    Je, je, je, tiene gracia… Mi cuento y el tuyo son diferentes, pero el protagonista de los dos tiene dos cosas en común: las tres explicaciones y su vida vacía :-)

    Muy bonito el tuyo. No coincido con synn en lo del final, pero no es más que cuestión de gustos. A mí me parece que casi todos optamos por volver a nuestra vida y a no luchar por ninguna sirena. Que no es lo mejor, cierto, pero casi nadie tiene valor para hacerlo.

    Un saludo.

    Juan.

    Jose Alberto dijo:
    29 octubre, 2007 en 14:28
    Primero suelto el chiste: ¿con una sirena se considera zoofilia? xDDDDDDDDBueno, pues yo te voy a decir que como otras semanas nos das cosas bastante mejores, pues ésta me has dejado un poco a medias, aunque me alegro de que te haya venido la inspi, que está un poco perdida y nos trae locos. Pobre hombre desesperado.Como dice Juan, el prota de su cuento y el tuyo son bastante parecidos. Aferrarse a sueños es aferrarse al aire :(Besos, mademoiselle!Fdo: el Brian!!

    luzdeluna dijo:
    29 octubre, 2007 en 16:24
    Otro chiste… si es sirena…¿por donde?, ups. El relato me gusta, bueno era un sueño, como sueño me parece bién. Ea. ¿no?.
    :) Besitos.

    Alejandra dijo:
    29 octubre, 2007 en 16:42
    De veras que siento mucho que algunos os hayáis ido decepcionados… :(

    Sé que otras semanas he escrito cosas mucho mejores pero bueno… Espero esmerarme con el siguiente para que todos os vayáis con buen sabor de boca…

    Y de corazón muchas gracias a todos los que os lo habéis leído y a los que os lo leeréis… :(

    Besitos!!

    wannea dijo:
    29 octubre, 2007 en 17:12
    no escribiré por no escribir lo que no puedo, no pensaré por no escribir aquello que se me prohibe pensar y no puedo, no puedo porque mis dedos escriben lo que mi corazón dicta y se que escribir por ello no puedo, lo sabes, lo se, las sirenas existen, por lo menos yo creo en ellas, y en mi opinión no vale soñar la vida, hay que vivirla Por cierto, a mi no me ha decepcionado, será porque soy sirena? bessos wapa!

    Asiria dijo:
    29 octubre, 2007 en 23:56
    Dificil lo tiene ya que las sirenas pertenecen al mar y éste no la dejará escapar. Pero esos instantes que podía vivir fuera del agua merecieron la pena bellamente reflejados en este cuento en el que el mar, el tiempo, la vida, el amor, la esperanza, el adiós, se funden en un momento mágico.
    A seguir escribiendo! Un abrazo

    Cris dijo:
    30 octubre, 2007 en 16:49
    Un cuento muy en tu línea…muy niobínico….¿Mensaje subliminal? :)

    ¡Ala…a cuidarse!

    Pedro Escudero dijo:
    31 octubre, 2007 en 19:45
    Es que en ocasiones los sueños son nuestro mejor refugio. Yo prefiero pensar que la sirena si que existía qy que le esparaba en la playa los días melancólicos (de ilusiones tambien se vive ¿no?)


    Un saludo,

    Pedro.

    Pd: ¡Victoria! Dos post en tu blog en un dia :D

    Yol dijo:
    1 noviembre, 2007 en 12:00
    niña, lo tuyo es de una sensualidad increible. … ^^es un cuento hermoso, aunque el final es triste, no debería haber vuelto a su vida, ni siquiera deberia haberse quedado con la sirena, debería haber seguido buscando cosas que le llenaran… en fin, muchas personas se conforman sólo con eso, con los sueños.te mando un abrazo enooooorme, disfrutad mucho en bcn… aqui estaré yo, muriéndome de envidia. mil besos encanto.

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