Algo mágico
“Una mancha de vino en el mantel. Un vino rosado que dejaba sobre
aquel blanco mantel un cerco casi de color violeta... Quizá algo muy normal,
pero a mí me hacía recordar aquella historia que mi bisabuela me contaba antes
de dormir, cuando yo era pequeña.
‘La historia trataba sobre siete seres mágicos
que un día decidieron reunirse para llenar un poco más sus mundos de alegría,
ilusión y magia... Quedaron en lo que podría haber sido el claro de un bosque,
en el centro, entre un sinfín de enormes árboles de acero, para que todos
pudiesen verse y reconocerse, aunque bien era verdad que aquel enigmático grupo
ya se había reunido alguna otra vez. Con la diferencia que ahora contaban con
una pequeña Hada entre sus filas.
Aquel claro del bosque quedaba lejos de la
zona explorada por ella y por eso decidió hacer el camino con Yas. Lo vio a lo lejos y según se acercaba a
él, vio a un ser enorme, era un Ent... Debería medir más de 3 metros , y en cuanto lo
vio la Hada lo
reconoció al instante. Se saludaron y ella pudo ver el extraño vehículo en el
que había llegado hasta su punto de encuentro. Era algo extraño con un par de
artilugios redondos unidos por tubos y con una especie de triángulo mullido...
Él decidió llevarla por los túneles que
había bajo aquel “bosque”, unos túneles excavados para desplazarse de un lugar
a otro sin ir por la superficie y con más rapidez, pero que no siempre cumplían
su función... El vehículo que transportaba se quedó atravesado en una de las
estrechas entradas del túnel, pero al fin pudieron continuar su camino hacia el
lugar de reunión. Llegaron y se encaminaron hacia aquel claro, donde varias
“cascadas naturales” les rodeaban y el sol calentaba su piel. Habían llegado
pronto, así que decidieron ponerse a la sombra y según se dirigían hacia allí
se encontraron con otro personaje del grupo. Popi, que era un Fauno, de esos
que son tan enigmáticos. Saludó a Yas y después se presentaron él y la Hada.
Allí continuaron hablando y contándose
cosas para reencontrar aquella complicidad que muchas otras veces habían
compartido con “Mensajes Sencillos Neuronales...”Y entonces lo vieron llegar. Hell, aquel majestuoso
Hipogrifo había echo su aparición y tanto el Ent como el Fauno pudieron ver
como aquella pequeña Hada fue hasta él para fundirse en un abrazo con tanta
efusividad, que el Hipogrifo casi le prende fuego (jejejej…)
Allí estaban más de la mitad reunidos.
Esperando al resto del comité para poder comenzar a crear mundos maravillosos
en los que no dejar de sonreír. A lo lejos vieron a una Duendecilla que miraba
a su alrededor, desde el claro del bosque. La Hada la miraba sonriendo, ¿sería ella? ¿Sería
Mun? La llamaron y se reunió con todos ellos. Sí que era parte de aquel extraño
grupo. Y entonces gracias a la conexión que existía entre aquellos seres
mágicos, supieron que dos de ellos llegarían tarde, así que decidieron
adentrarse caminando en el bosque.
Miles de animales y seres se cruzaban con
ellos, pero casi ni se percataban de su presencia. Ellos parecían un grupo
normal de amigos, aunque en realidad no lo eran para nada... Se pararon un
momento porque sentían que se acercaba alguien que era parte de ellos, y del
medio del bosque vieron surgir a Miss_Lawliet, una hermosa Ninfa de pelo rojo
que les abrazó a todos y comulgó en la presentación con la pequeña Hada.
Continuaron caminando por aquel bosque de
enormes árboles, dirigiéndose a ningún lugar en concreto. Pararon a descansar
cerca de donde había un gran tronco
cortado que les sirvió de mesa y donde un joven Minotauro les trajo algo para
retomar fuerzas. Allí hablaron de todo. De otras culturas, de formas de
torturas, de asesinos en serie... Miles eran los temas que abarcaban su
sabiduría. Y sin darse cuenta del tiempo, la última del grupo se unió a
ellos... Una hermosa Elfa de ojos claros, que la Hada dijo que quería tener
lejos.
Siguieron un rato más allí, para conocerse
todos un poco más y la Hada
sacó unos presentes que tenía para ellos... Al Ent le regaló un objeto para
crear fuego, al Fauno una representación corpórea de la muerte. A la
Duendecilla, la Ninfa
y la Elfa , les
obsequió con azabache, para ahuyentar a los malos espíritus. Y al Hipogrifo le
regaló lo más preciado que poseía, sus recuerdos embasados para que nunca los
perdiese...
Después sus pasos los encaminaron hacia una
cueva en la que aplacarían sus ansias de comer, todos juntos y donde
comenzarían a cambiar el mundo con sus palabras y sus mágicos deseos... Guardaban
en pequeñas cajas más recuerdos. Eran cajas especiales a través de las que
mirar al resto de la comitiva y tras un pequeño fogonazo de luz, sus recuerdos
se quedaban allí grabados, para que no muriesen en el olvido.
Volvieron a pasear por aquel bosque
encantado, lleno de árboles enormes y otras vidas que pasaban a su lado sin ver
que ellos eran el futuro, sin comprender que en ellos residía la esperanza. Llegaron
otra vez al claro del bosque, estaba anocheciendo y la Ninfa tenía que marcharse
ya. No podía quedarse más o la oscuridad la envolvería y no podría regresar. Plasmaron
sus huellas en un artilugio extraño que la pequeña Hada transportaba, y dejaron
allí constancia de mil cosas, escondidas bajo palabras y dibujos.
Se fue, la Ninfa los dejó y ellos decidieron que podían
estar un rato más juntos, y caminando por el bosque llegaron a un lugar cerca
de un gran arroyo del que les sirvieron de beber. Continuaron hablando durante
un buen rato, pero poco a poco se hacía más y más tarde... El Hipogrifo tenía
que marcharse también y la pequeña Hada echó a volar hasta sus brazos. No sabía
cuando volvería a verle y quería recordar aquel momento durante mucho tiempo.
Hundió la cabeza en su pecho y luchó porque las lágrimas no saliesen de sus
ojos, y lo logró con todas excepto con una...
Luego poco a poco se fueron despidiendo. La Elfa y la Duendecilla iban por
caminos diferentes al suyo y se adentraron en dirección opuesta en toda aquella
oscuridad en la que vivían. Y nuevamente se encaminó con el Ent y el Fauno
hasta aquel claro del bosque. El primero en irse fue el Fauno, más abrazos y
despedidas. Y un poco después el Ent también se fue...
Ya se habían ido todos... El Hada estaba
ahora sola y no pudo evitar sonreír al recordarles y al pensar en el grupo tan
extraño que habían formado: un Ent, una Elfa, un Fauno, una Duendecilla, una
Ninfa, un Hipogrifo y una Hada... Formaban un grupo muy extraño, pero al fin y
al cabo eso era lo que les hacía especiales. La pequeña Hada no sabía cuando
volvería a verles, pero sabía que siempre les llevaría a todos en su
corazón...’
Quizá os preguntéis porque una mancha de
vino me recordó esta historia... Pues por esa mancha que dejó sobre el mantel,
una mancha imborrable, igual que la huella que han dejado en mi corazón unos
personajes increíbles de cuento de hadas. De mi cuento de Hadas...”
*Frase de Carabiru.
Comentarios de la entrada original:
ResponderEliminarMiss_Lawliet dijo:
6 noviembre, 2007 en 19:05
Me gusta tu versión del encuentro… y como has buscando los personajes… Yas un Ent, es que le queda genial… y lo del fauno ya lo hablamos, tenía que ser nuestro Popi.¿Que decirte? Ya sabes que me encanta hablar contigo y que tenía muchas, muchas ganas de conocerte. Que ambas nos hemos contado confidencias a altas horas de la noche y que compartimos muchas cosas en común. Por cierto, en breve, saldré del armario… jejejeje Aunque creo que con esa frase ya lo estoy haciendo.Besos de esos especiales que tú y yo sabemos.
Andres dijo:
6 noviembre, 2007 en 21:05
ge ge ge ge ge ge ge geeeeniiaallll….Bueno pues nada, un Ent…. un super Arbol gigante….TE QUIERO MOGOLLON y que cojones… TE QUIERO MUCHO MAS QUE MOGOLLON NENA…Yasi el ENTmuaks
Yol dijo:
6 noviembre, 2007 en 23:18
aiiiiiiiiiisssss… que envidia! y menudos personajes!!…( si hubiera ido yo me habría pedido la bruja mala ;)bueno gracias a tu relato por lo menos me he sentido un poquillo mas cerca de vosotros.muy bonito hada niobe :)un beso cielo, buenas noches
Jara dijo:
7 noviembre, 2007 en 0:01
Seres diferentes, caminos cruzados, vidas paralelas y al final unidos aunque sea por unas horas, unos por momentos, otros por tiempo… ;)
besines
María dijo:
7 noviembre, 2007 en 1:34
:-O
Me has dejado muerta… ¿de verdad mide tres metros? jajaja xD
Y tú que vendías la crónica de una quedada… ¡qué va! Esto es un cuento lleno de fantasía y magia en toda regla, y como suele decirse… todo parecido con la realidad… ¡mera casualidad! ;)
Besotes, aplausos y todas esas cosas que ya tienes a montones! :P
P.D. Y muchísimas gracias "doña eficiente, rauda y veloz" ;)
POPI dijo:
7 noviembre, 2007 en 13:48
Ya está aquí el Fauno misterioso, Frikiniobe. XD
Después de consultar con la enciclopedia mitológica el término que me regalas, no tengo nada que decir. Soy un Fauno, me habéis pillado. Pero no se lo digáis a nadie que si no saldrán todos despavoridos! uh!
Me encantó leerte, la magia me encanta y, sobre todas las magias, la vuestra, capullines.
Un beso mitológico.
Pedro Escudero dijo:
7 noviembre, 2007 en 14:59
jajajaja Me ha echo mucha gracia el estilo de tu cuento, convirtiendo a cada cuentacuento en un ser mitológico, tendr´que ir a alguna quedada para ver que soy yo …:)
Es más despues de tu cuento estoy deseando una quedado, salvo por messenger (y pocos porque no me suelo conectar) no conozco a los demas cuentacuentos…y la verdad es que me apetece un moenton.
Un abrazo,
Pedro.
Sali dijo:
7 noviembre, 2007 en 17:21
¡Una quedadda de cuento!
Te quedó muy chulo, sí que dan ganas de organizar una quedada cuentacuentil!!!
Un besito
luzdeluna dijo:
8 noviembre, 2007 en 10:49
Muy bonita esa versión cuentíl de la quedada, me ha dado envidia y todo de imaginarme el bosque mágico…¿de que hablasteis, de consola qué….?
jaja Besitos…. ;)
Hell dijo:
8 noviembre, 2007 en 11:47
El Hipogrífo.Menuda historia que te has montado nena.Al final has dejado al descubierto nuestro más guardado secreto. Espero que tras la reunión del Klan de los Tang no tengamos repercusiones malignas en nuestros sueños… XDYo también me lo pasé genial con todos nena.Como siempre, es un placer poder reunirme con los que la ocasión me deja y seguro que se formarán más reuniones con seres mitológicos de todos los puntos de las tierras celtíberas.Todos tenéis algo mágico y eso es lo que merece la pena descubrir en persona.Un fuerte beso, un fuerte abrazo y un… hasta la próxima.Hell.
Asiria dijo:
9 noviembre, 2007 en 4:11
Reflejas a través de un cuento lo invisible, la existencia de lo mágico que envuelve el momento de una quedada cuentacuentil.
Un precioso cuento de ensueño muy bien narrado.
Enhorabuena. Un abrazo!
Duendecilla-Mun dijo:
12 noviembre, 2007 en 20:11
Una bonita visión de la quedada y una bonita visión de todos nosotros :D Muchas gracias por dedicárnosla, aunque pienso que tú, más que un hada, eres una meiga ;)Besines,Mun