Es necesario haber leído el relato anterior Donde nace el amor
Al fin juntos
"Y allí estaba, entre mis
manos temblorosas... Recordaba Elvis aquella mañana.
Había soñado con ella justo el día que al fin iba a tenerla, lo que le
demostraba lo mucho que la deseaba... Fue al sitio convenido, a la hora acordada. Estaba nervioso, no podía negarlo.
Sus manos temblorosas deseaban tocarla, y al mismo tiempo tenía miedo de
que finalmente ella se echase atrás...
Estaba absorto en sus pensamientos cuando levantó la vista y la vio acercarse a
él. Silvana vestía una minifalda vaquera que se ceñía a sus curvas, y lucía un
generoso escote. Su larga melena caía sobre sus hombros y sobre parte de su
angelical rostro, lo que la hacía aún más deseable para Elvis. Los dos se quedaron frente a frente un buen rato, sin decir ni hacer nada. Al
final Silvana tomó la iniciativa y le abrazó con ternura, pegando su cuerpo al
de Elvis, sintiendo su calor y dejando escapar un pequeño gemido de placer al
poder sentir al fin su cuerpo... Le dio un par de besos y dedicándole la más bella de sus sonrisas le dijo:
-¿Listo campeón?
-Claro que sí, preciosa - atinó él a decir.
Se metieron en el coche y pusieron rumbo a su destino. Rumbo a aquel hotel en
dónde harían sus sueños realidad. De repente Elvis aparcó el coche en el arcén,
se giró hacia Silvana y le dio el primer beso que compartirían. Fue muy apasionado,
pero también muy dulce por todo el tiempo que llevaban deseándolo... Continuaron su camino ya con el sabor del otro en los labios. Se estaba
haciendo tortuoso llegar hasta el hotel, parecía que estaba tan lejos...
Al fin habían llegado. Subieron a la habitación cogidos de la mano, nerviosos,
temblando... Antes de abrir la puerta, Elvis le dio a Silvana un tierno beso en
los labios. Después entraron y en cuanto él cerró la puerta y se giró, ella se
lanzó a sus brazos y le dedicó el más apasionado de los besos que se podía
imaginar. La sentía contra su cuerpo. Olía tan bien y la sentía tan cerca al fin que notó
como se estaba excitando... Ella también debió de notarlo, porque separó sus
labios de los suyos, lo miró a los ojos y le dijo:
-Caramba cielo, que calladito te lo tenías...
-Tú me pones así...
Y sus labios volvieron a juntarse para no despegarse ya en todo el día...
Dieron rienda suelta a todas sus pasiones, a todos sus deseos y fantasías. Eran amigos y se prometieron que sólo sería ese día. Un día para recordar y
volver a él en los momentos difíciles, por eso tenía que ser el más
especial de todos. No podrían olvidarlo jamás...
Después de todo aquel día en el que habían saciado su sed del otro, ya era hora
de volver a sus vidas normales. Cuando ya estaban a punto de irse Silvana se
abrazó a Elvis. No quería dejarle, pero no tenían otra opción. Se separó de él,
bajó la cara y se dirigió a la puerta. Él la cogió por la cintura y girándola
pudo ver cómo dos lágrimas resbalaban por sus mejillas.
-No llores mi niña... Siempre te querré, lo sabes...
-Yo también te querré siempre...
Otro beso selló aquellas palabras, era un beso convertido en promesa. Una
promesa que cumplirían durante toda su vida, porque no podrían olvidarse
nunca...”
*Frase de Miki.