domingo, 10 de enero de 2016

Fuimos un invierno (Daniela nº1) de Neïra

SINOPSIS


Daniela tenía la vida que creía desear: un trabajo que pagaba las facturas, una relación modélica y una amiga íntima. Una estabilidad que la hacía feliz. Sin embargo, en ocasiones y cuando menos lo esperamos, la vida da giros inesperados y la suya dio uno que nunca se hubiera imaginado.
¿Qué pasa cuando todo en lo que creías se desvanece? ¡Qué ocurre cuando de repente no sabes adónde dirigir tus pasos? ¿Qué puedes hacer cuando estás tan perdida que lo único que quieres es agarrarte a lo que sea para mantenerte a flote?
Un accidente de coche, un chico de ceño fruncido y patillas, y una larga lista de casualidades llevaron a Daniela de la mano hacia una nueva vida, pero... ¿estaba ella preparada para ese viaje o quizá primero necesitaba reconciliarse consigo misma?

Una novela divertida, intensa, tierna y a veces dura, sobre la decepción, la venganza, la traición, las inseguridades y los miedos, pero también sobre la amistad, sobre el amor, sobre las segundas oportunidades y, por encima de todo, sobre la superación y el crecimiento personal.

¿A QUÉ ESPERAS PARA ADENTRARTE EN EL MUNDO DE DANIELA?

OPINIÓN

Pues ha llegado el momento de hablar de la nueva novela de Neïra. Sabía que la historia que me iba a encontrar no iba a tener nada que ver con la de Oliva y Mario. Es una historia en la que el amor sigue siendo el tema sobre el que todo gira, pero es mucho más madura, más adulta e incluso me atrevo a decir que más dura (o al menos yo lo viví así). Pese a lo que la propia autora pensaba sí que tiene toques de humor muy buenos, pienso que le salen solos, sin pretenderlo y es porque sin darse cuenta su propio humor se cuela entre las páginas que va escribiendo, haciendo que los lectores soltemos carcajadas cuando menos lo esperamos y dibujando una sonrisa en nuestras caras... ¡Pero vamos con la historia!
Nos presentan a Daniela y lo vivimos todo a través de sus ojos. Es una mujer que de repente descubre que vivía una mentira, que el mundo que la rodea no es lo que parecía y ve como de la noche a la mañana todo cambia y toma un rumbo diferente al que ella misma tenía marcado. Tiene que aprender a vivir con ello, pero se siente insegura, perdida y sin fuerzas para seguir adelante. Es una mujer racional hasta el extremo.
Pero gracias a Luca también conocemos a Dana, como un alter ego, una mujer un poco alocada, con ganas de enamorarse, de lanzarse a vivir aventuras y de sentirse liberada de una vez. No tiene miedo a sentir, a vivir y a equivocarse cuando está con él. Es otra, pero le gusta la mujer que es cuando le tiene cerca.
Dos mujeres dentro de un solo cuerpo, luchando una contra la otra por imponerse, por tener el control de su vida y su destino.
Y también está Luca, un hombre al uso, sexy, con tatuajes y con una historia que arrastra y le hace ser como es: decido y sincero, pero muy esquivo. Luca se entrega sin entregarse de verdad. La ayuda a superar sus miedos sin darse cuenta de que puede superar los suyos propios.
La historia nos lleva de la mano por una sucesión de hechos que nos rodean y nos meten de lleno en la vida de los personajes y de aquellos que les rodean, de los cambios que viven, de sus miedos e indecisiones. Incluso hacemos nuestras algunas de sus decisiones porque realmente haríamos lo mismo llegado el momento, o por el contrario nos enfadamos hasta querer matar y deshacernos del cadáver alimentando a una piara de cerdos con los restos mutilados (así soy yo, de un extremo al otro). En todo caso, no me ha dejado indiferente y quiero más, mucho más.


Una historia con la que sentí mucho, viví y reí, pero sobre todo lloré mucho (la foto es la prueba, ya que fue sacada justo cuando terminé de leer el libro). Yo leo para sentir, para que me mueva por dentro, me haga plantearme las cosas y con suerte consiga que haga mía la historia de los personajes y Neïra lo ha conseguido otra vez.
Fui un invierno junto a Daniela e hice mías cada una de sus dudas.
Fui un invierno junto a Dana e hice míos cada uno de los momentos con Luca.
Fui un invierno junto a Luca e hice míos cada uno de sus miedos.

Ahora aquí estoy, esperando con impaciencia los primeros brotes de la primavera y que con el segundo libro llegue el verano que tanto estoy deseando...