lunes, 19 de febrero de 2007

CuentaCuentos nº 15 "La magia de Tierras Meigas"

La magia de terras meigas

    “-Brotaba pintura de entre sus dedos, así creaba los más bellos paisajes que...
    -A ver nena, ¿quieres que me crea eso?
    -¿Cómo? Vamos a ver Hell. Me estás contando que a pesar de estar aquí en Galicia conmigo y después de todo lo que te he contado ¿aún no aceptas que ésta es tierra de meigas?
    -Bueno, Níobe, es difícil de creer lo que me estás contando, sólo eso.
    -Pues esto no puede quedar así, ¿me entiendes? No puedes irte de Galicia con ese pensamiento.
    -¿Y qué vas a hacer?
    -Pues demostrarte que todo esto es cierto.
    -¿Y cómo?
    -Eso ya lo verás...

    La conversación quedó ahí. Seguimos sentados en los sofás del Jucamar. Hell había llegado a Cangas el día anterior y yo había intentado enseñarle toda la magia que escondía mi tierra, pero por lo visto tendría mucho trabajo por delante. Pensé en llevarle a algún lugar en el que pudiese embriagarse de la magia. Lo pensé mucho, y al fin creí dar con el lugar perfecto. Al día siguiente le llevé hasta “Chan D’Arquiña”. Es un lugar hermoso. Está lleno de árboles enormes y mesas de piedra bajo las sombras de aquellos majestuosos gigantes.

    Decidí que podíamos pasar allí todo el día, que conociese los bosques gallegos, lo que se escondía tras cada árbol, tras cada hoja, debajo de cada piedra. Paseamos entre los árboles y mientras le iba contando historias que yo conocía desde niña. Historias de duendes, meigas y brujos… Luego nos sentamos a comer. Charlamos, intercambiamos opiniones, y entonces vi en sus ojos un brillo especial.

    Hell comenzaba a creer que la magia residía entre todo aquel paisaje, y eso me llenaba de alegría. Le contaba todo lo que podría sobre la historia de Galicia, sobre sus cuentos y tradiciones. Me escuchaba con la atención de un niño. Necesitaba que a la hora exacta Hell ya no tuviese dudas. ¡Tenía que creer! Si quería darle un recuerdo inolvidable, algo que jamás le abandonase, tenía que hacer todo lo posible para que saliese todo a la perfección. Después de comer nos tumbamos en una manta, a mirar el cielo y escuchar todos los rumores que nos ofrecía el bosque. Dormimos una apacible siesta, y cuando despertamos ya casi era la hora.

    Cogí a Hell de la mano y le llevé hasta el dolmen que había allí cerca. Casi se cernía sobre nosotros el atardecer y aquel era el momento justo. Empezaba a haber poca claridad y aquel era un sitio mágico. Me acerqué a él y le dije.

    -Venga Hell, ahora te voy a demostrar que todo lo que te he contado es verdad.
    -Bueno, dime como, nena...
    -Ven, acércate. Pon las manos como si quisieses hacer un pequeño cuenco.
    -¿Así?
    -Muy bien, ahora cierra los ojos. Déjate llevar por todos los sonidos que te rodean. Deja fluir tus pensamientos y luego, sopla suavemente sobre tus manos.
    -A ver...

    Hell cerró los ojos. Estuvo un rato así, y luego sopló. Sintió un cosquilleo en las manos y abrió los ojos. De repente, una luz empezaba a brillar entre sus manos. Fue cambiando de intensidad, cada vez era más fuerte y también cambiaba la tonalidad. Los ojos de Hell mostraban incredulidad, pero al mismo tiempo había en ellos la misma expectación que en los de un niño. La verdad es que era increíble verle así.

    -Nene, cierra las manos, es el momento.
    -Muy bien.

    Cerró las manos y empezó a sentir como aumentaba el calor en ellas. Estaba nervioso y ansioso. Sabía que tendría mil preguntas, pero todas ellas estaban a punto de ser contestadas.

    -Abre las manos.
    -Estoy nervioso...
    -No pasa nada, sólo ábrelas.

    Al abrirlas, sus ojos se encontraron con lo que menos esperaba. Tenía en sus manos una diminuta personita que poseía alas de mariposa. Era hermosa y nos miraba con mucha curiosidad.

    -Nena, ¿esto...?
    -Hell, ¿te dije que estabas en tierra de meigas, no?
    -Sí, pero, ¿y esto?
    -Acabas de crear una Hada, un nuevo ser del bosque. Has creado una vida a partir de la tuya. No intentes buscarle explicación.
    -Esto es lo más mágico que me ha ocurrido jamás. Todavía no puedo creerlo, ha sido... Uffff, no puedo explicarlo. ¡Me siento genial!
    -Te dije que te lo demostraría, ¿no?
    -No volveré a dudar, nena.

    Pasamos el resto de la tarde y parte de la noche admirando a aquella Hada diminuta que descansaba en las manos de Hell. Luego la vimos alejarse volando y nos volvimos a Cangas.  Sé que suena increíble, pero si crees, todo es posible... ¿verdad?”


    *Frase de Beleita.

2 comentarios:

  1. Comentarios de la entrada original:

    beatriz dijo:
    19 febrero, 2007 en 11:47
    Bueno, aún viviendo aqui toda mi vida, no había escuchado lo del hada sobre el dolmen……aunque todo se andará.
    Un beso desde as terras meigas (y acuérdate, as terras meigas son mías, solo mías…….mi tesooooooooooroooooooo) jejeje

    miriam dijo:
    19 febrero, 2007 en 11:56
    Seguro que le encanta ;)
    Yo también quiero creer!! Bueno la verdad es que a mi te costaría menos convencerme :P Me encantan las hadas jaja, y me encanta creer en la magia, esero que algún día me enseñes esa tierra de meigas ;)
    Me encantó ablar contigo guapa!
    Un besote

    Jara dijo:
    19 febrero, 2007 en 12:03
    buf hasta yo creo si lo pintas así!
    Me ha encantado. La conversación, vosotros, el personaje, lo he visto todo muy claro y parecía que estuviera mirando a través de un agujerito.
    Cada uno tenemos un ser mágico en nuestro interior. Lo dejamos ver sólo cuando queremos, o sin querer se deja ver con aquella gente con la que más confianza tenemos. Cuando hay cariño y aprecio por una persona, ese ser sale a la luz.
    un besito guapa. Encantada de conocerte telefónicamente. Poco a poco eh? jajaj

    M. dijo:
    19 febrero, 2007 en 12:08
    No dudo ya sobre la magia de esas tierras. Caminando entre esas calles donde los olores y las sensaciones dejaban fluir el aire que me explicaba esas leyendas a su paso. Esa tierra tiene algo especial. Historias, cuentos, tradiciones…pero lo que más magia desprende ella son las gentes que la habitan y que lo hacen posible.
    Deseo el día que estaré allí de nuevo, en esos parajes que tus ojos conocen y tus manos han palpado. Esos caminos que tus pies han conocido y tus oidos han escuchado. Todo lo que has sentido…y quiero sentir yo estando allí a tu lado. Dejar una parte de mí en tu interior y rellenarlo con el calor que tu tierra posee.
    Una vez abriste las manos para dejar que me posara en ellas y las alas que de allí me salieron son las que me harán volar de nuevo a tu lado.
    Muchas gracias por este cuento nena, me ha dejado con una sonrisa perfecta.
    Mil besos!

    Pedro Escudero dijo:
    19 febrero, 2007 en 14:09
    Como decía también en el blog de Hellraiser me encantan las historias con mágia. Y también los que creen en la mágia. Esta visto que en la tierra de meigas estais muy bien dotados para esto!

    Aarón dijo:
    19 febrero, 2007 en 17:34
    Es un cuento precioso…no sólo has alegrado a Hell, si no que todos los que nos asomamos por aquí cada semana nos llevamos a casa una gran sonrisa de regalo…tierras mágicas, llenas de gente mágica, como tú…
    no cambies, ok?
    un beso!

    Asiria dijo:
    20 febrero, 2007 en 3:08
    Cuentan las leyendas de oriente sobre mil y una noches, más ni mil noches más podrían competir con el embrujo de una noche de luna celta. Ni Breogán narraría mejor la esencia de toda magia, del levante a poniente, del sur al norte, no hay más secreto que el creer. Bella es la historia Niobe pero mas bella aún es la alegría que pones, que nos contagias, que envuelve en todo momento un fantástico cuento de hadas. Creo en ellas. Un abrazo!

    Unknown dijo:
    20 febrero, 2007 en 23:17
    :O Me ha gustado muchísimo esta historia.¿¿En qué provincia está eso de "Chan d\’Armiña"?? Porque en cuanto pueda quiero viajar a Galicia con mi novio (que vivió allí varios años) porque sé que es un lugar mágico y precioso, tal como cuentas en tu historia. Ojalá pudiera yo también crear una pequeña y hermosa hadita con mis manos… qué bellos seres. Aunque conmigo no haría falta eso para hacerme creer en la magia de Galicia y sus meigas, yo ya creo en ellas.En fin, que me ha gustado mucho, y seguro que a Hell también.Un besito desde otro lugar verde verde del Norte.

    Laura dijo:
    21 febrero, 2007 en 13:41
    Que bonito!!!! Joooo, yo también quiero crear una hadita ¿puedo???
    Me ha encantado, me lo he ido imaginando todo, ese lugar mágico del dolmen, y como no, a los protas, que me son muy familiares, jejejeje.
    Te has salido esta semana.
    Mil besitosssssssss

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  2. victor dijo:
    23 febrero, 2007 en 8:51
    Madre mía…. Alejandra, qué escalofrío me ha recorrido mientras esperaba como un idiota delante de mi pantalla a que ocurriera lo que tuviera que ocurrir…. y cuando me has enseñado ese hada… uffff…
    Yo creo en las hadas, yo creo…. Necesito creer….
    Un beso muy fuerte.

    POPI dijo:
    24 febrero, 2007 en 19:47
    Me ha encantado recordar tantos días perdidos en bosques galegos, sientiendo el aliento de las hadas y meigas que allí se esconden, de recrear los paisajes gallegos que yo conozco, admiro y suspiro por reencontrarme con ellos de nuevo. Nena, sabes la suerte que tienes de vivir endonde vives: disfruta por todos los que lo sabemos y no podemos. Mucha magia en Galicia. Mi rincón gallego: las rocas de una parte del mar en Santa Maria d\’Oia, de noche, con luna llena, escuchando el rumor de las olas en un día tormentoso. Cuando supe que era posiblemente la última vez que sentiría tanta paz en mucho tiempo, lloré. Pronto volveré. Me lo pidieron la semana pasada cuatro duendes gallegos que vinieron a visitarme. Un bico enorme. :)

    Samuel dijo:
    25 febrero, 2007 en 17:12
    He intentado esto mismo en los pinares de Castilla… pero no ha resultado. ¿será cierto que galicia está inundada de magia?

    yudenia dijo:
    12 marzo, 2007 en 13:52
    Tu espacio está rodeado también de una magia increíble niobe, al inicio se entra con incredulidad pero pronto nos llenamos de algo que solo podemos sentir. Nos hablas de amor y lo sentimos con fuerza y esperanza. Que bonito ratito de lunes junto a ti.
    Un besin grande desde la isla de las energías.

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