El deseo
"La mirada que le devolvió el espejo no era la suya... Estaba sentada en la cama, y
desde allí podía verle mientras se preparaba para ir a trabajar... Habían
pasado una noche maravillosa y era una pena que tuviese que terminar tan
pronto... Se acercó a él lentamente, y abrazó su cuerpo con dulzura al tiempo
que emitía un suave ronroneo. Sabía que eso a él le gustaba, pero esta vez le
sorprendió con un mordisco en el cuello...
-Mmmm... Preciosa, que tengo que ir a trabajar... No seas mala...
-¿Mala yo? ¿Cuándo he sido yo mala contigo? - dijo al tiempo que se mordía el
labio insinuante...
-¿Ves cómo eres mala?
-Ven acá tonto, que te hago el nudo de la corbata...
Se puso delante de él, que la cogió por la cintura y de un saltito la sentó en
la encimera del cuarto de baño. Empezó a hacerle el nudo de la corbata mientras
le miraba tímidamente a los ojos, apartando la mirada de vez en cuando... Cuando
ya tuvo el nudo hecho se acercó para besarle. Una de sus manos jugueteaba
en su nuca y la otra le acariciaba la espalda. Él tenía sus manos en los muslos
de ella, apenas cubiertos por aquella camisa... Justo antes de que el beso
terminase ella le mordió con pasión el labio inferior y las manos de él
respondieron arañando sus piernas al tiempo que ella gemía...
-¡Dios! No sé como lo haces... - dijo al tiempo que la agarraba bruscamente y
la apretaba contra él.
Empezó a besarla apasionadamente y ella le correspondía con ardientes
movimientos. Para cuando él se quiso dar cuenta ya no tenía corbata, y
los botones de su camisa estaban completamente desabrochados. Ella le
acariciaba el torso y jugueteaba con los pelillos de su pecho. Estaba tan
encendido que no era capaz de actuar despacio. Estaba fuera de sí, porque
aquella mujer sabía como conseguir de él lo que fuese, así que cogió por el
cuello su camisa favorita, que ella llevaba puesta, y de un tirón le arrancó
todos los botones.
Se separó un poco de ella para admirar todo su esplendoroso cuerpo. No sabía
como había podido vivir tanto tiempo sin ella, pero sabía que no podría seguir
adelante si no la tenía a su lado. Volvió a besarla al tiempo que la cogía en
brazos y la llevaba hasta la cama. Ya no había marcha atrás... Ella pudo sentir
como todo su cuerpo era recorrido por diminutos besos que se acercaban
peligrosamente al rincón del deseo, y cuando al fin estuvieron allí todo
su cuerpo empezó a estremecerse. Se sentía en el cielo y no quería que acabase
nunca...
Cuando todo su cuerpo había descargado ya la tensión decidió compensar a su
amante de algún modo, así que hizo que se levantase de la cama y mientras le
besaba y le acariciaba todo el cuerpo fue descendiendo lentamente hasta llegar
al lugar deseado... Le sentía vibrar de placer y cuando notó sus manos en su
nuca sintió como todo su cuerpo se revolucionaba por completo... Se empleó a
fondo con lo que estaba haciendo y en un momento, le dio un arrebato. Lo tumbó
en la cama de un empujón se acostó sobre él y entonces se unieron como un sólo
ser... Ella estaba erguida sobre él y se movía rítmicamente, acompasando su
cuerpo al del él. Mientras él, la acariciaba dulcemente al tiempo que la miraba
a los ojos.
-Te quiero preciosa. No te lo digo muy a menudo, pero te quiero...
-Yo también te quiero mi amor.
Se recostó hacia adelante y se fundieron en un beso al tiempo que ambos se
entregaban por completo en un orgasmo que los envolvía a los dos... Después de
estar un rato acostados él tuvo que marcharse, ya llegaba tarde, pero no le
importaba... Ella se encaminó al baño y la mirada que le devolvió el espejo era
la de una mujer enamorada...”
*Frase de Tormenta.
Comentarios de la entrada original:
ResponderEliminar6 respuestas a El deseo…
Yol dijo:
4 julio, 2007 en 10:31
guaooo, que sensual nena!eres una tia de armas tomar, me ha gustado mucho, has sido sutil a la vez que explicita lo cual es bastante complicado.un beso inmenso guapa
Alba dijo:
4 julio, 2007 en 14:30
Jo, yo quieroooo xD SE me ha caido la babita… Será el amor… ^^
Muuuuuuak!!***
Cris dijo:
4 julio, 2007 en 15:07
Por fin llego…me lo he leido y disfrutado ya dos veces ^^ y decirte que aunque hayas perdido puntos con eso de la "cosita" y ya no seas tanto la maquinota pornosexual que pensaba…con relatos como este me haces dudarlo. Sobre todo me ha gustado la elegancia con la que lo tratas…aunque bueno…ahora ya eres capaz de pronunciar la palabra sin problemas no\’?
Un besito mu gordo neni!
Alejandra dijo:
4 julio, 2007 en 18:31
Neni!!! Sigo siendo la maquinota porno-sexual que pensabas y cuando quieras te lo demuestro!!!! jajajaja… Palabra pronunciada, así que ahora ya no hay quien me pare… jijijij….
Soy la Maquinota Porno-sexual!!!!! jajajaja….
Unknown dijo:
4 julio, 2007 en 21:53
¿Es cosa mía o hace un calor que te cagas?????Qué fina soy expresándome, pero es que este relato eróticofestivo tuyo me ha revolucionado, eres mala, muy mala níobe, pero me encanta que lo seas, jejejej.Es muy bueno, transmite las emociones a las mil maravillas.Salu2
Asiria dijo:
7 julio, 2007 en 13:36
Con lo complicado que es hacer el nudo de la corbata! Y lo que cuesta ponerse en marcha, y ese maldito reloj que no cesa y la cara del jefe aguardando malévolamente la llegada de su víctima sin darle tiempo siquiera a decir …es que ella… Ella.Una historia llena de sensualidad, que lenta y tiernamente recorre cada centímetro con suaves palabras que acarician la lectura. A la porra la corbata, el reloj, el jefe y la mare que los parió! Le despedirán pero es que una mañana así bien merece detener el tiempo, sumergirse en las profundidades del deseo y sentir en ese instante el inmenso placer de estar sin corbata!! Las odiooo!!
Que belleza de momento nos regalas. Un abrazoo!