Una sola
realidad, dos versiones
“El gatito correteó juguetón entre sus piernas, y entonces me fijé en ella…
Venía por la acera, en dirección contraria a mí… Lo primero en que me fijé fue
en sus piernas gracias a aquel gatito. Unas largas piernas con paso firme que
terminaban en unas caderas perfectas. Aquellas caderas daban paso a una
estrecha cintura y a un montón más de curvas que culminaban en sus pechos. Al
fin llegué a su cara, muy dulce, con la mirada perdida y sus labios carnosos
pronunciaban palabras que yo no podía oír…
Entonces pasó por mi lado y sus ojos entre verdes y castaños se clavaron en los
míos. Un mechón de su larga melena rubia cubría parte de su cara dándole un
aspecto mucho más sexy todavía… Como no aparté la vista se ruborizó, sonrió
tímidamente, se mordió el labio inferior y me dijo un suave “hola” antes de
seguir su camino. Me giré para devolverle el saludo y entonces recordé que era
un tío…
¡Dios que culo perfecto tenía! Si se hubiese girado en aquel momento me habría
encontrado mirándola con deseo y seguro que habría acabado en mi cama… Tíos, ni
os imagináis lo buena que estaba aquella chica… Sólo con pensar en ella se me
vuelve a poner dura, no puedo evitarlo, es que me puso a cien en una milésima
de segundo y ni siquiera sé quien es, ni donde vive, ni nada de ella… Un buen
polvo perdido por ser lento de reflejos –y al tiempo que me daba un golpe en la
frente me dije – ¡¡esto no me va a volver a pasar!!
¡El Puñetero gato casi me tira! Se enredó entre mis piernas y casi me voy de
boca, ¡como os lo cuento! Y encima, el pasmarote aquel enfrente de mí mirándolo
todo con esa cara de flipado. Aunque luego lo miré y el chico no estaba mal, la
verdad, pero claro, no era el momento más apropiado después de lo de Pablo.
Bueno, el caso es que sigo andando y el tío que no me quita el ojo de encima...
Al final le dije “hola” al pasar a su lado. Me contestó titubeante y se quedó
parado. Yo seguí mi camino, y estoy segura, vamos, que me juego una mano y no
la pierdo a que me miró el culo... ¡Todos lo hacen! jjajaa. Ya después me fui
para casa dispuesta a echarme en el sofá a ver la tele y hartarme de bombones,
así que ahí quedaba la historia del callejón.
Aquella noche salimos y nos fuimos al “Kavana” y a mitad de la noche salí de
allí para despejarme un poco. Necesitaba aire limpio y puro, porque en aquella
discoteca hacía demasiado calor y además el humo comenzaba a asfixiarme. Estaba
allí fuera tranquilamente cuando fui consciente del grupito de chicas que
estaban enfrente de mí… Me miraban y me señalaban disimuladamente, pero estaba
claro que yo les había llamado la atención, así que me fui acercando a ellas
disimuladamente y cuando ya casi podía oír lo que hablaban la volví a ver… ¡Estaba
entre ellas! ¡Dios! ¡Era increíble! ¡No me podía creer la suerte que tenía!
¿Qué probabilidades había de volver a encontrarme a aquella mujer otra vez?
Sí, tía, al final me convencieron las del piso de que saliera por la noche,
decían que para animarme. A mí me daba igual, incluso les dije que se fueran
varias veces pero nada, me arrastraron a “Kavana” casi por la fuerza. La verdad
es que luego no estuvo tan mal, la cosa se animó y estuvimos hasta las dos
bailando. No bebí casi nada, si no tengo un duro, pero con la consumición de la
entrada ya iba yo con el puntillo. Luego ya después de que se fueran Marta y
Lore nos salimos a la calle camino de casa, cuando mis amigas me dicen que un
tío me está mirando más que fijamente. De noche no le distinguía bien, pero
cuando se acercó disimulando pude ver quien era... ¡El chico del callejón!
Ahora que le veía bien, y con mejor ánimo, la verdad es que el tío estaba
bastante mejor que bien, alto, moreno y con una sonrisa de escándalo…
-¿Me estás siguiendo? – le dije.
-Por supuesto que no – le respondí poniendo mi cara más inocente, pero entonces
vi algo en sus ojos y añadí. - ¿y si lo estuviera haciendo?
-Pues te diría que no perdieras el tiempo – joder, guapo pero algo baboso…
-Bueno, pues menos mal que no lo hago… - a mí esta chica no me vacila por muy
buena que esté…
Se da la vuelta y antes de que diese cuatro pasos me sorprendí a mí misma
llamándole.
-¡Espera!
-¿Dime? - sonreí para mí mismo e hice un gesto de triunfo con el puño,
sin que ella se diese cuenta.
-Por lo menos dime como te llamas, ¿no? – le digo pícaramente - ya que tengo un
acosador por lo menos que no sea anónimo.
-Nico – dios que sonrisa… ¡Cómo me pone!
-Yo Sonia – ¿te atreverás a dar el siguiente paso?
-Oye... Con todo esto del espionaje pierdo un montón de tiempo, la verdad...
¿Porqué no me das tu teléfono y me facilitas las cosas? – vas por buen camino,
mira como se muerde el labio... Buffff…. No la mires demasiado…
-¿Y que me controles en todo momento? No sé, no sé... – ¡¡que valiente!! Te has
atrevido… Contrólame cuanto quieras…
-Venga, solo cuando tú quieras…
¡Y no os lo vais a creer! ¡Se acercó sonriente y con un pintalabios me apunta
su teléfono en el brazo! Y luego ya sí que me dejó claro que le gusta que le
den caña…
Le miré de soslayo y sonreí... Me acerqué a él y le di mi número de teléfono…
Sí, así de fácil lo tuvo… No sé… Quizá me daba buenas vibraciones, no sé
explicarlo… Pero luego di el golpe de gracia…
-A lo mejor mañana por la noche te
apetecerá perseguirme un rato…
-Puede ser… - ¿Un rato? ¡Nena, te persigo todos los que hagan falta!
¡Claro que quedé con ella! Está claro que a esa nena me la tenía que trabajar…
Es que está de vicio, tenéis que verla…
Por
supuesto que me llamó, no lo dudé ni un segundo. Lo hizo un poco antes de las siete
de la tarde, así que le dije que estaría bien que nos viéramos a las diez en el
parque de detrás del instituto, para que me diera tiempo a arreglarme...ya
sabéis, sólo un poco.
Quedamos en el parque que está detrás de la uni. La vi de lejos y casi tuve que
esperar 10 minutos antes de poder presentarme “decentemente” ante ella… Sólo
con mirarla me encendía… Aquellos ojos tan profundos hacían que perdiese la
noción del tiempo…
Decidí ponerme la camiseta azul, la del
escotazo, sólo para ver como reaccionaba. Reaccionó, o mejor dicho, no lo hizo,
porque se quedó una eternidad plantado delante de mí con la boca abierta.
Cuando por fin su cerebro reaccionó me dio dos besos y me dijo que estaba muy
guapa y todo lo que suele decirse... Aunque por su mirada supe que no era un
cumplido.
La llevé a un restaurante italiano, para
deslumbrarla y creo que funcionó porque durante toda la noche no dejó de
prestarme atención a todo lo que le contaba… Ella hablaba más bien poco. Creo
que estaba impresionada por mi compañía…
La primera cagada de la noche... Me llevó
al mismo restaurante al que me llevó Pablo para anunciarme que se había
enamorado de su compañera de trabajo. Me quedé muerta del susto, y apenas abría
la boca en todo el rato. No sé si notó que no comí nada y que solo quería salir
corriendo de allí, pero el caso es que me estuvo casi una hora y media hablando
de su vida y milagros...
Luego salimos a bailar a una discoteca y ahí sí que nos lo pasamos bien… Se
mueve como una sirena en el agua… Meneando las caderas y rozando su cuerpo
contra el mío muy insinuante. Consiguió ponerme a mil en poco tiempo y yo
estaba deseando largarme ya de allí para ir a algún sitio a estar solos…
Por fin nos fuimos del restaurante, directos a la disco. Tras la paliza
necesitaba con urgencia un par de copas, que acabaron siendo cuatro. Brugal con
cola para mí, Cutty Shark con limón para Nico. Las copas nos desinhibieron al
instante, y no tardé en agarrarle de la camisa y sacarle a bailar... Estaba
preparada para lo peor, pero me sorprendió muy gratamente, ¡sabía moverse pero
que muy bien! Y claro, el alcohol, las miradas, los roces, la cosa se fue
calentando. ¡Vamos, que si no me controlo en mitad de la Lambada le pego un
mordisco en el cuello!
Cuando por fin salimos de allí fuimos a dar un paseo, que le apetecía estirar
las piernas y hablar. Llegamos hasta la playa y la vi tiritando de frío, así
que le puse mi chaqueta sobre los hombros y aproveché para acercarme a ella un
poco más.
Caminamos hasta el paseo marítimo al salir, con la madrugada ya pisándonos los
talones. Caminamos sobre la arena y mojamos nuestros pies en el Atlántico y
Nico pasó su chaqueta sobre mis hombros. No hacía demasiado frío, la verdad,
pero el escote era demasiado descubierto y el detalle me pareció súper tierno,
así que le dejé. Nos quedamos callados mirando al mar y entonces ocurrió...
La abracé y nuestros cuerpos casi se unieron como uno solo… Ella levantó la
vista al mismo tiempo que yo la bajé y nuestras miradas se cruzaron. Debió de
sentir como “algo” en mí se despertaba porque esbozó una sonrisa y se mordió el
labio sensualmente, así que no pude evitarlo y la besé… Mis manos acariciaban
todo su cuerpo. La notaba caliente, estaba seguro de que ella lo deseaba tanto
como yo, entonces me dijo que la llevase a su casa, y a mí se me puso cara de
gilipollas, y contesté lo mejor que pude…
Se estaba genial en aquella playa, pero se hacía muy tarde. La noche había
empezado bastante mal, pero las cosas habían empezado a mejorar en la pista de
baile. Después, la charla en la playa había sido un casi perfecto final,
aunque...
-¿Podrías llevarme a casa, Nico? Se ha hecho un poco tarde...
-Sí, está bien… - ¿Cómo que está bien?
Iba enfadado, pero se me agarraba del brazo melosa, apretando sus pechos contra
mí y no podía resistirme… Al llegar a su portal subimos las escaleras hasta la
puerta, y allí en la penumbra de la entrada me lancé sobre ella como un león
sobre su presa…
¡Casi me deja sin respiración! Esperaba un beso tímido, o incluso disgustado,
pero sus manos y sus labios desataron en mí toda clase de sensaciones...
Aquél chico era un inútil escogiendo los restaurantes, pero sabía qué teclas
tocar para encenderme...
La apreté contra mí con fuerza, no iba a dejarla escapar así como así, tenía
que currármelo muy bien si quería que la noche fuese un éxito… Cuando dejé de
besarla todavía mantenía los ojos cerrados y ronroneaba como una gatita
pidiéndome más… Me miró sensualmente, se acercó a la puerta, la abrió y volvió
a besarme… Se metió dentro de casa y me sentí increíblemente imbécil, pero
cuando me giraba para irme se volvió a abrir la puerta, me cogió por la pechera
de la camiseta y me metió dentro de la casa de un tirón mientras decía…
-Bambi, la próxima vez me llevas a una pizzería, ¿sí?
Y aquella noche la gatita disfrutó como nunca...
No estuvo del todo mal...”
*Frase de Pedro Escudero. (Relato a medias
con Aarón.)
Comentarios de la entrada original:
ResponderEliminarluzdeluna dijo:
12 junio, 2007 en 21:20
Increible tu capacidad para hacer coo-producciones. Felicidades a los 2. salu2.
Samuel dijo:
12 junio, 2007 en 21:58
como ya le dije a Aaron, un relato muy divertido
me ha hecho gracia la parte de "buah, la tengo enamorada, me escucha embobada" – "¿por que tebnia que escoger este restaurante????
un besazo niobiña
Cris dijo:
12 junio, 2007 en 22:48
Hola neni!!!
Me lo imaginaba diferente, sip…pero me ha gustado un montón…Al final …¿escribiste tú lo del chico y él lo de la chica???
Sabes qué? Os voy a recomendar, que me ha encantado, sip.
Besitos xemelguiña!
Que tiemble Cuentacuentos!!! ¿Quién será tu próximo colaborador? N&K puede buscar candidatos ^^
Alejandra dijo:
13 junio, 2007 en 12:54
Pues sip, yo escribi lo del chico y el lo de la chica… Creo que por eso quedo tan bien… Porque cada uno escribio como ve al sexo opuesto en una cita… jajajajaj….
A mi me encanta como quedo!! Orgullosa estoy del resultado!!
Asiria dijo:
13 junio, 2007 en 23:25
LLevo un buen rato en la ventana esperando a que la vecina saque el gato xD
Vaya historia mas wapa!! Muy bien el uso del tiempo en la narración, la relación del plano de lo que sucede dentro del que ambos van contando. Un mismo suceso visto desde dos ángulos plasmados de forma muy lograda, resaltando la belleza que de una escena cotidiana puede surgir.
Chapeau para ambos! Un abrazote!
ANDRES dijo:
14 junio, 2007 en 1:28
No se que decir, es la definicion perfecta de ese tipo de situaciones visto desde ambos lados… me ha encantado la idea, y la forma, y desde luego el jueguecito de la historia que da para mucho….Me ha encantao en resumen…Bueno un besote fuerte, y siento mi retraso, mas vale tarde que nunca…
Saritah dijo:
14 junio, 2007 en 14:23
Ohhh!!! Me ha encantado!!! Siempre he pensado que seria genial poder saber que piensa la otra persona, sabes, ver las dos versiones de una misma historia… y vosotros lo habeis conseguido!! =) Un aplauso!!!
Besitoss!!
Pd. Yuhuu!! una candidata más para mi historia!! A ver que papel te busco… jijiji…
Saritah dijo:
14 junio, 2007 en 14:24
oye q no soy sin nombre ,q soy sara!! :( porque no me pone mi nombre??? :\'(
wannea dijo:
14 junio, 2007 en 17:09
O.O que chulo!!! vaya pedazo de historia!!! felicidades a los dos!!! y la verdad es que eso de escribir cada uno al sexo opuesto ha funcionado pero que muy bien!!! jajajaja lo mejor: no estuvo mal del todo jajajajajajajajajajaja muchos bessos!!!
miriam dijo:
14 junio, 2007 en 20:27
Jaja, porque será que no me sorprende que la historia sea un poco porno :P Me ha encantado como habeis complementado las 2 versiones, jeje, real como la vida misma!!!! Y que cara de mala leche teneis los dos en la foto!!! jajaja.
Me encantó ;)
Jara dijo:
15 junio, 2007 en 11:01
se os da muy bien pensar por el otro sexo… Me he divertido leyendola y eso para estas horas de la mañana es muy buena señal. Además que me he imaginado la escena y los protagonistas y se me ha echo muy "real" por llamarlo de alguna manera.
Un placer leerte como siempre,leeros. Así que a seguir creando a 4 manos. Porque siempre merece la pena.
mil besos guapa. y gracias ;)
sara dijo:
15 junio, 2007 en 14:42
Vaya por lo que veo te gustan las coproducciones :) Muy buen resultado, me parece muy interesante ese dos puntos de vista que habeis conseguido con el cuento.Por cierto ¿De quien es la frase de Bambi?Un abrazo,Pedro.Un abrazo,Pedro.
Óscar dijo:
16 junio, 2007 en 19:34
Muy buena ésta historia compartida. Me gustaron muchísimo las dos versiones, los dos puntos de vista.
Me encantó.
Un abrazo