miércoles, 3 de enero de 2007

CuentaCuentos nº 8 "Aquel día algo iba a cambiar"

Aquel día algo iba a cambiar

    "A veces mi alegría se convierte en desgracia. ¡No! Esa frase no va con ella. María es una mujer tremendamente positiva. Ella prefiere pensar que a veces su desgracia se convierte en alegría. Aquella mañana amaneció  con la sensación de que algo bonito le iba a pasar. María solía tener este tipo de sensaciones y casi no se equivocaba. Es una mujer con mucha sensibilidad y pero también es muy solitaria.

    María tuvo un gran amor, de esos que te dejan huella, pero todo acabó una noche en la que ella le encontró con otra mujer y decidió que no volvería a sufrir por él. Le dejó en ese mismo instante y aunque tardó meses en olvidarle, en poder sacarle de su corazón, hoy es una mujer completamente nueva. Se levantó y fue a ducharse. Al salir de la ducha sonó el timbre y fue a abrir. Era un repartidor. ¡Alguien le había mandado un ramo de rosas! Leyó la nota: ‘Reúnete conmigo esta noche en el embarcadero, te espero a las 9.30. No busques excusas, déjate guiar por tu corazón él te dirá qué hacer.’

    ¡Era un admirador secreto! María había soñado, como tantas otras mujeres, mil veces con algo así. Siempre pensó que era algo muy romántico, pero... ¿Qué haría? ¿Y si era él? Después de tanto tiempo en su corazón sólo había odio y no quería verle. Al cabo de un rato desechó la idea. Él no tenía tanto cerebro como para pensar algo así. Al fin decidió que acudiría a la cita, pero tenía que estar espectacular. Fue de compras y a la peluquería. Escogió un hermoso vestido azul que resaltaba sus ojos y su cuerpo rebosante de curvas femeninas.

    Estaba muy nerviosa, todavía no tenía muy claro si acudir o no, pero... No podía quedarse con aquella duda para siempre, ¿quién sería su amor secreto? Empezó a arreglarse cuando sonó el teléfono. Era Joaquín que quería quedar para tomar un café. Le dijo que no podía, que ya tenía planes. Se disculpó y colgó. Joaquín siempre había estado a su lado, apoyándola  cuando más lo necesitaba, y siempre estuvo ahí cuando lo pasó tan mal por culpa de su ex. No se merecía quedar colgado...

    Iba a pasar de la cita con el hombre misterioso y quedar con él, se lo merecía. Le llamó, pero tenía el móvil apagado. Lo intentó un montón de veces, pero ninguna de ellas fue capaz de contactar con él, quizá el destino quería llevarla hasta el misterioso enamorado que le había enviado rosas. Se encaminó a su cita. Por su cabeza pasaban millones de pensamientos. ¿Quién sería? ¿Le conocía? Todas estas dudas le asaltaban el corazón y cuando se acercó al embarcadero sus latidos se pusieron a mil. Había una mesa colocada con dos cubiertos y velas. Había también otro ramo de rosas y una nota. Cuando se acercó leyó: ‘Tú eres la rosa más hermosa de mi jardín, si alguien te cortase no podría soportarlo, lo doy todo por ti.’

    Su corazón no podía más. Las piernas le temblaban y decidió sentarse. Bebió de la copa de champaña que tenía ante ella. Estaba muy nerviosa. Una mano se puso sobre sus ojos, unos labios rozaron su mejilla y una rosa acarició su rostro y su boca... ¡Quería verle ya! Se levantó sin darse la vuelta, y cuando se giró su corazón saltó de alegría. ¡Frente a ella estaba Joaquín!

    ¡Estaba tan diferente! De traje, todo repeinado y olía tan dulce... No podía apartar los ojos de él. ¿Qué le pasaba? Nunca se había sentido así. Joaquín le cogió la mano y miles de mariposas empezaron a revolotear en su estómago...

    -María, yo te amo. Te amo desde el primer día que te vi. No me atreví a decírtelo por temor a ser rechazado, pero no puedo más, yo...

    María puso un dedo sobre sus suaves labios interrumpiendo sus palabras y se descubrió susurrando con una voz melosa y arrebatadora.

    -Bésame. No digas nada más. Sólo bésame.

    Al verle allí, frente a ella, María supo que le quería. Entendió por qué tuvo la sensación de estar traicionándole, y por qué iba a pasar de aquella cita por él.

    -Te llamé pero no me contestaste…
    -Lo sé, y eso me dio aún más fuerzas.

    El tacto de sus labios era dulce y cálido y no quería separarse de ellos, y no volvería a hacerlo. Un par de años después María y Joaquín se casaron y casi un año más tarde tuvieron sus gemelos. María era la mujer más feliz del mundo y recordó aquella mañana en la que sintió que algo especial iba a pasarle...”


    *Frase de Yolanda.

1 comentario:

  1. Comentarios de la entrada original:

    miriam dijo:
    2 enero, 2007 en 21:53
    Ays esta historia me ha tocado la vena sensible… Que bonita es!!! Me ha ecantado cuando Joaquin le dice que cuando le llamó le dio más fuerzas ¡que bonito!! y yo que crei que mi romanticismo habia muerto…
    Feliz año guapa!

    victor dijo:
    2 enero, 2007 en 23:42
    Pues si soy yo el Joaquín ese, el que me plante esa tía por el primer desconocido que la manda flores (aún a sabiendas de lo que él había hecho por ella) me daría más fuerzas para… mandarla a esparragar…no te digo la María esa… si por algo ya la plantaron una vez… que se lo tenía bien merecido…

    Un beso.

    Asiria dijo:
    2 enero, 2007 en 23:44

    Y aunque pasen los años una historia de amor siempre tendrá cabida. Sobre todo me quedo con ese detalle de que estuvo apoyándola en los malos momentos. él creía en la magia, y ella fue alegre tras la desgracia!
    Muy buena historia Alejandra. Feliz año!!

    Shi dijo:
    3 enero, 2007 en 0:53
    Holas:
    Ais niña pera que me seque el porrón de lagrimotas, me he maquillado y to mentalmente para ir a ver a ese Joaquin¡¡ Diossssssss que cosa más bonita de historia. Sabes?? gracias hoy necesitaba algo así.
    Txapela noooooooooooooooooo una fabrica de ellas para ti sola, Feliz 2007
    Cienes de besitos pal andando y cienes de y pico de abrazos.
    Shi.

    Jara dijo:
    3 enero, 2007 en 2:33
    y porqué va a ser mala? Estas historias de amor siempre tienen ese lado entrañable, que salvo que no te gusten este tipo de historias,la hacen encantadora. Y a mi como me gustan, y sueño con ellas pues ya sabes el resultado..
    1 besazo guapa

    LUC-ROC dijo:
    3 enero, 2007 en 7:27
    Ole mi niña!!!! No veas como me has animado con tu lindísima historia. Ahora mismo me voy en busca de mi amor para que me susurre cositas dulces… Un besazo preciosa.

    Yolanda dijo:
    3 enero, 2007 en 19:54
    Gracias por dar a mi frase esta historia tan bonita, soy una sentimental, muuu potita, de verdad y doble gracias por tu comentario en mi space. volveré por aquó. Besitossssssss

    M. dijo:
    5 enero, 2007 en 11:36
    Es una mezcla entre romanticismo, mágia, misterio e iliusón. Me encantan estos cuatro elementos en las historias, pero más en la vida real! Me gusta la historia. Bien comprensible y ligera de leer.
    Y, por muy raro que suene, aún hay chicos que sueñan con sorprender así a quienes aman! ;)
    Besos.
    Hell.

    Laura dijo:
    5 enero, 2007 en 20:26
    Preciosa histoira…¡sabía que sería Joaquín!
    ¿Es verídica?

    Mil besotes

    Aarón dijo:
    6 enero, 2007 en 1:18
    Las historias de amor no son mis preferidas, pero me encantan la ilusión y el optimismo que esta historia enseñan. A veces las cosas salen bien, sin nosotros saberlo…

    un beso!

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